live review by Jaime Gonzalo featured in Ruta 66 #149 (April 1999)
Whitehouse - Live Action 85 13/02/99
Centre De Cultura Contemporànea De Barcelona
... El plato fuerte del festival fue sin embargo la performance del los 'legendarios' Whitehouse, trio americano (sic) de extremistas electrónicos, vinculado a Throbbing Gristle, que Jordi Valls, aka Vagina Dentata Organ, 'popularizó' en Barcelona a principios de los años 80. Entonces, su actuación en la sala Metro (!) fue, si no recuerdo mal, una irritante trombosis auricular a cuyo impacto contribuyó el monstruoso volumen y las claustrofóbicas dimensiones del local, asÍ como nuestra inocencia. Con los años y el callo que estos proporcionan, el supuesto esprit terrorista se ha diluido en una parodia con posibilidades de entretener si su duración se viera sustancialmente recortada. Porque en lo estrictamente sónoro, Whitehouse precisan hora y pico para decir lo que Bruce Gilbert resuelve en quince minutos. A los cacofónicos mazacotes de ruidos blanco, rosa y chicharra, hay que añadir claro está el prurito mental de sus hacedores, tres guiris empleándose en agarrar la trompa frente a un auditorio y hacer del baquico acto una especie de charada psicopática. Nada verÍdica, pero tan válida como pueda serlo una verbena de Kiss. La supuesta confrontación no existÍa, salvo en la imaginación de los más febriles, aunque a alguno que otro impresionaron, por autogestión me temo, a medida que la monserga sónica iba depositándose cual caries en el id colectivo. Al indiscriminado grito de 'I'm gonna fuck your ass' (sic), William Bennett y sus secuaces desarrollaron in situ una freudiana obsesion por los genitales femeninos y farfullaron otras consignas para entrar con buen pie en el holocausto que nos aguarda, si es que llega alguna vez. Inofensivos monstruos de feria, Whitehouse dejaron la misma huella que unos hooligans en un bareto de Torremolinos, es decir envases de cerveza vacÍos, incluso un espeso aliento a ginebra barata que Jordi Valls se encargó personalmente de diseminar por el lugar. La próxima vez deberían intentarlo compartiendo la priva.
English Translationby Ana María Calvo exclusively for Susan Lawly
"… The main dish of the Festival was nevertheless the performance of the
'legendary' Whitehouse, an American (sic) trio of electronic extremists, connected
to Throbbing Gristle that Jordi Valls (aka Vagina Dentata Organ) 'popularised
in Barcelona in the early 80s. At that time, their performance at the Metro
(sic) was, if I remember correctly, an irritating earache added to whose impact
was the immense volume and claustrophobic dimensions of the venue, just as was
our naivety. With the years and the callus that they provide, the supposed terrorist
spirit has been diluted into a parody with chances of entertaining if the length
of their set had been substantially reduced. Because strictly as far as sound
goes, Whitehouse required an hour and a bit to say what Bruce Gilbert can achieve
in fifteen minutes. To the deafening stabs of white, pink and crackling noises,
one has to add the mentality of their creators, three foreigners to grab the
attention of an auditorium and turn the act into a form of psychopathic charade
- not at all truthful, but as valid as a Kiss party might be. The supposed
confrontation did not exist, except in the imagination of the most fervent,
although a few were impressed, through self-suggestion I fear, as the sonic
drivel carried on leaving tooth decay in the collective id. To the indiscriminate
cry of "I'm gonna fuck your ass" (sic), William Bennett and his minions
developed then and there a Freudian obsession for female genitalia and garbled
other instructions in order to enter the holocaust which was waiting for us
on the right foot, if it ever arrives some day. Harmless circus animals, Whitehouse
left the same mark as would some hooligans in a dive bar in Torremolinos, that
is to say empty beer cans, even a thick taste of cheap gin that Jordi Valls
personally took charge of spreading around the venue."
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